La imagen de la Inmaculada Concepción es una talla de madera para vestir de las denominadas 'cap i pota', es decir, no dispone de candelero ya que están talladas la cabeza y las extremidades (manos y pies) y el cuerpo levemente insinuado en la madera.

 

Este tipo de imágenes son propias del levante español de los siglos XVIII y XIX y aunque su autoría no ha podido ser confirmada, se cree pudiera ser obra del escultor ochocentista Tomás Picas.

 

Presenta la iconografía propia de las Inmaculadas, una imagen con un rostro dulce y cercano al espectador que reposa sobre una nube y con media luna bajo sus pies con los que pisa una serpiente tentadora recordando la victoria sobre el pecado original.

 

Hoy día la imagen necesita ser sometida a un importante proceso de restauración donde deben intervenirse urgentemente partes del cuerpo que se encuentran muy deterioradas y fragmentadas, así como la peana, repolicromía total, tratamiento contra xilófagos, etc... un proceso que, por el momento no se puede llevar a cabo por falta de fondos.

 

La imagen se encuentra a diario en un domicilio particular de Sevilla donde normalmente recibe culto privado aunque está en proyecto la adquisición de un local donde pueda recibir culto de forma pública.

 

Se encuentra dispuesta sobre un pequeño altar de estilo tridentino.